La implementación del modelo económico de Javier Milei ha tenido consecuencias significativas en diversas regiones de Argentina. Las provincias del norte, del sur y de la zona Cuyo son las más afectadas por el ajuste, el dólar barato y la apertura comercial. La marcada heterogeneidad sectorial de este modelo ha llevado a que algunas áreas sufran más que otras, especialmente aquellas con estructuras productivas vulnerables.
Después de un periodo de reactivación, la economía sufrió un retroceso del 1,8% en marzo de 2025, lo que impactó negativamente en la actividad económica general. Este descenso ha sido especialmente pronunciado en sectores como la construcción, que mostró una caída del 19,1%, junto con la industria manufacturera y el comercio. Sin embargo, el sector agropecuario y de energía se han beneficiado, lo que ha resultado en una dualidad económica que perjudica el empleo en áreas más vulnerables.
Provincias Más Afectadas
Al analizar la destrucción de empleos desde agosto de 2023, se identifican tres zonas como las más afectadas: provincias cercanas a la Cordillera de los Andes (San Juan, La Rioja y Catamarca), del Noreste (Santiago del Estero, Chaco y Formosa) y de la Patagonia (Santa Cruz y Tierra del Fuego). La construcción ha sido el sector más golpeado, debido a la paralización de obras públicas, lo que ha afectado significativamente a provincias donde este sector representa una parte importante del Producto Bruto Interno (PBI).
Las provincias de Formosa, San Juan, Catamarca, Santa Cruz y La Rioja son ejemplos claros de este fenómeno. En Santiago del Estero y Chaco, donde el comercio juega un papel crucial, también se ha observado una caída notable en la venta de materiales de construcción y en la fabricación de productos relacionados.
Impacto en la Industria Textil y Electrónica
La crisis también ha golpeado fuertemente a la industria manufacturera, especialmente en sectores como indumentaria y calzado. En abril, la producción textil fue un 14% inferior en comparación con el año anterior, lo que ha llevado a la pérdida de muchos puestos de trabajo, particularmente en La Rioja, donde este sector es esencial para la economía local.
En Tierra del Fuego, la industria electrónica ha sido la más afectada, con una caída en la producción del 24% en dos años, exacerbada por la reducción de aranceles. Este sector es crítico para la región, ya que representa dos tercios del empleo industrial.
Además, los recortes en servicios de salud y educación en San Juan, así como en el transporte en La Rioja y la pesca en Santa Cruz, reflejan los efectos negativos de las políticas económicas del gobierno. Estas pérdidas son un claro indicativo de cómo el ajuste y las decisiones políticas han tenido un impacto profundo en las comunidades más vulnerables.
Desigualdad Regional y Efectos Estructurales
La dinámica económica actual ha resultado ser regresiva, afectando principalmente a provincias con bajo PBI per cápita, mientras que las regiones con mayores ingresos, especialmente en el centro y la Patagonia, se benefician de un enfoque que premia sectores menos intensivos en mano de obra. Esta situación genera una creciente desigualdad entre las diferentes regiones del país.
Es fundamental que se tomen medidas correctivas para abordar estas disparidades y garantizar que el crecimiento económico sea inclusivo. La construcción de un futuro más equitativo depende de políticas que consideren las necesidades de todas las provincias, no solo de aquellas que se benefician del modelo actual.
La situación actual de Argentina exige una reflexión sobre las políticas implementadas y su impacto en las diversas regiones del país. La atención a las problemáticas específicas de cada provincia es esencial para lograr una recuperación económica sostenible y justa.
